No todo es privarse de comer
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Imaginemos que en mi cuenta de banco tengo ahorradas 1000 monedas. En esta cuenta de banco podemos sacar dinero o ingresar dinero. No resulta difícil comprender que mi cuenta aumentará si los ingresos son mayores que los gastos y disminuirá si los gastos son mayores que los ingresos. Imaginemos que ese saldo es nuestro peso, y que lo que queremos conseguir es perder ese dinero de la cuenta, queremos gastarlo todo.
Igual ocurre con nuestro peso y las 'temidas' calorías. Nosotros bajaremos de peso si las calorías que gastamos son mayores que las que consumimos. Lo primero que se suele hacer para bajar de peso es intentar disminuir las calorías ingeridas. Es como si en nuestra cuenta de banco detenemos los ingresos: los gastos que vayan apareciendo harán que nuestro saldo se reduzca.
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Pero lo verdaderamente eficaz es, volviendo al ejemplo de la cuenta bancaria, empezar a gastar dinero, así rápidamente iremos perdiendo saldo. Es decir, tan importante o más que reducir los ingresos (calorías ingeridas) es aumentar los gastos (calorías quemadas).
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